La polémica del procomún

¿Cómo identificar qué es común?

La experiencia muestra que un bien es percibido como común cuando está amenazado.

Tendemos a identificar lo común con lo público, sin embargo el concepto de lo público hay que asociarlo a la creación de los estados modernos tras la Revolución Francesa, que se identificó como el protector de lo común mediante convertirlo en bienes del estado, pasando a denominarse bienes públicos.

El creciente uso de la tecnología para gestionar los bienes públicos ha propiciado la explotación comercial privada de los bienes públicos. Por ello en las últimas décadas se ha visto la necesidad de identificar aquellos bienes públicos que deberían seguir considerándose comunes y al margen del mercantilismo, y para ese estudio nacen los laboratorios del procomún, organizaciones que mezclan con ese objetivo a académicos y activistas.

El común se refiere a aquellos bienes que no son ni públicos ni privados: son comunes.

El procomún sería entonces la comunidad activa de regulación para el beneficio colectivo de un recurso que se considera “común”, con la idea de que sea sostenible, que siga siendo de uso público y que siga dando beneficio colectivo. Dicha regulación sucece por un marco regulatorio que la comunidad se auto impone.

¿Qué percibimos como común?

Percibimos como común bienes que no es posible gestionarlos de forma centralizada desde el estado-nación.

el aire
ríos, océanos, fuentes de agua
la biodiversidad
los espacios públicos ciudadanos
mucha parte de la cultura

Empezamos a percibir que en Internet suceden cosas muy semejantes a lo que sucede en bienes comunes.

Hay, por tanto bienes comunes materiales e inmateriales.

Lo particular que tienen los bienes comunes inmateriales, a diferencia de los materiales, es que el uso no lo desgasta. Es lo que sucede con los bienes reproducibles electrónicamente. En el caso de los bienes inmateriales el marco regulatorio que la comunidad se autoimpone no va en la dirección de evitar la sobreexplotación del recurso sino de cambiar los protocolos legales que le afectan, ya que, por ejemplo, el copyright o la privatización es una forma de desgaste del recurso al exclusivizar su uso.

Reclamaciones sobre el común

calidad del aire que respiramos
leyes de protección de la propiedad intelectual que imponen restricciones a la creatividad en el entorno digital
reclamaciones ciudadanas sobre el espacio público como escenario para ejercer política