Basado en The Ontic Principle: Outline of an Object-Oriented Ontology, Levi R. Bryant, en The Speculative Turn, Continental Materialism and Realism, Bryant, Srnicek, Harman (eds), re.press Melbourne, 2011
La idea de establecer un fundamento seguro desde el que iniciar una reflexión filosófica acerca de la naturaleza de la realidad ha llevado en distintas épocas a diferentes aproximaciones filosóficas. Si para Aristóteles ese fundamento seguro era la metafísica, después de la modernidad se instauró la epistemología como filosofía primera, esto es, la creencia de que antes de filosofar hay que comenzar con un análisis de nosotros mismos. Este es el denominado paradigma crítico, que afirma que el fundamento de todo filosofar se establece aclarando la cuestión de qué condiciones hacen posible el conocimiento y cómo podemos acceder a él.
A lo largo del siglo XX se han multiplicado los proyectos críticos con la ventaja de que se ha explorado este paradigma hasta la saciedad y el inconveniente de que carecemos de medios para decidir cuál es más verdadero o fundamental, pues todos estos esfuerzos parecen igual de plausibles, con la consecuencia de que cada uno escoge el paradigma crítico que mejor satisface sus inquietudes psicológicas, políticas o intelectuales.
Algunos proyectos críticos del siglo XX son caracterizados en esta forma por Bryant1)
proyecto crítico | punto de partida de la filosofía |
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Kantianos | analizar la estructura a priori de la mente para entender cómo estructura los fenómenos y condiciona nuestro acceso a ellos |
Fenomenólogos | analizar la estructura de la intencionalidad vivida a partir de nuestro ser-en-el-mundo y descubir cómo es la donación de lo dado. Husserl no pretende describir empíricamente las cosas mismas sino trascendentalmente, es decir, esclareciendo las condiciones de su conocimiento y su sentido, porque las cosas están fundadas en la esencia de lo que aparece a la conciencia. |
Foucaltianos | analizar cómo la realidad es construida a partir del ejercicio del poder y de las construcciones discursivas |
Derrideanos Lacanianos | analizar cómo el lenguaje produce los objetos del mundo |
Marxistas | analizar cómo las fuerzas sociales y la historia construyen el mundo |
Gadamerianos | analizar el deambular de los textos a partir de los cuales construimos nuestro conocimiento y nos consituimos a nosotros |
Wittgenstenianos | analizar el lenguaje ordinario servirá para desvelar cómo éste construye muchos pseudo-problemas filosóficos“ |
Este modo de proceder filosóficamente a partir de una indagación epistemológica por las condiciones de producción y acceso del conocimiento está tan incorporado en nuestra cultura filosófica que parece imposible proceder de otra forma. Sin embargo eso es precisamente lo que Bryant propone para poder superar lo que él considera el agotamiento del paradigma crítico y su consecuente esterilidad.
Para ello nos propone un experimento: pensar pre-críticamente pero no para regresar a algún paradigma anterior sino, al contrario, para descubrir uno nuevo. La pregunta pre-crítica desde la que propone partir es: ¿Cuál es la afirmación más general y fundamental que podemos hacer sobre la naturaleza de los seres?.
Antes de proceder a enunciar su Principio Óntico Bryant nos advierte que cuando pensemos en términos de categoría metafísicas (como él va a hacer a continuación) debemos hacerlo evitando el dogmatismo, esto es, hay que proponer formulaciones tentativas que estén sujetas a posterior revisión, tal como indicó Alfred North Whitehead al afirmar que el proyecto filosófico por excelencia es el que elabora “categorías metafísicas que no sean declaraciones dogmáticas”.2)
La primera reflexión para separarnos del paradigma crítico la podemos hacer siguiendo a Heidegger, quien dejó claro que toda cuestión acerca del conocimiento está basada en una comprensión pre-ontológica del ser. Es decir, que todo conocimiento que consigamos acerca de nosotros mismos buscando así un fundamento seguro para el conocimiento.
Desde Hegel hay cierta tendencia a definir la realidad como algo que es en términos de su contrario: lo que no es. Bryant indica que esta forma de proceder no nos separa aún del procedimiento epistemológico, pues es nuestra observación del mundo la que establece el tipo de diferencias y contrastes ser/no ser. Un modo de proceder verdaderamente ontológico es afirmativo con respecto al ser, respecto a la realidad, es decir, vamos a proceder mediante afirmar que la diferencia que nos permite identificar objetos reales pertenece a las cosas mismas. Con esta hipótesis (que habrá que justificar ahora) obtenemos varias ventajas:
La hipótesis de Bryant es los seres son y llegan a ser debido a sus diferencias. En este sentido, para Bryant el principio óntico no apela a [CON] (las cosas que llegamos a conocer) sino que trata sobre [ES] (lo que es) y [SER] (lo que puede llegar a ser). Estamos, por tanto, usando el término diferencia como un aspecto relevante en nuestra descripción de la realidad. Bryant va a desarrollar las siguientes ideas respecto al término diferencia:
Esto contrasta con el uso de la palabra “Principios” en la filosofía crítica. Por ejemplo, para Husserl, “El principio de todos los principios es que una plena claridad es la medida de toda verdad”3) a semejanza de Descartes, que apela a las “ideas claras y distintas” del cogito.
Bryant plantea el Principio Óntico con el estatuto epistemológico de hipótesis, no de certezas fundacionales y, por tanto, sujeto a mayor desarrollo.
El ARJE no es una diferencia esencial u originaria a partir de la cual el resto de las diferencias puedan explicarse. Para el Principio Óntico el SER consiste en un enjambre de diferencias, es decir, es una multiplicidad. De este hecho se deducen dos principios: el Principio de Inhumanidad y el Principio Ontológico.
Debido a el Principio Óntico pertenece a la esfera de [ES] y [SER], se deduce de esto que las diferencias que marcan la diferencia no son exclusivas del dominio humano. Las diferencias que interesan al Principio Óntico no están restringidas a [CON] y por tanto no tienen relación con lo que se manifiesta, con los fenómenos, con la experiencia o con cualquier campo relacionado con el [ARJE] del conocimiento. El ser de la diferencia no depende de la consciencia o del conocimiento pues la diferencia es un asunto de las 'cosas en sí mismas' y no de nuestra relación con ellas.
Lo humano es parte del enjambre de diferencias que componen el ser, pero no es exclusivo. En este punto es donde el Principio Óntico se aproxima a la idea de volntad de Schopenhauer.
¿Es posible hablar sobre diferencias previamente tener el concepto de diferencia? Si esto es así significaría que la diferencia no es un principio fundamental porque requeriría antes de una identidad para poder trabajar con él. Este es el argumento principal que todas las filosofías correlacionistas o anti-realistas tienen respecto a las metafísicas de la diferencia.
Bryant ve la solución a esta crítica en la estrategia seguida por Ernst Zermelo y Adolf Fraenkel al enunciar los axiomas de Zermelo-Fraenkel con los que consiguieron definir 'conjunto' sin caer en las paradojas que Russell identificó en 1901 en la axiomática de conjuntos de Frege. La idea de estos matemáticos es evitar la definición de cada elemento de un conjunto y limitarse a describir sus condiciones de pertenencia a cada conjunto. De esta forma la teoría de conjuntos puede operar sobre conjuntos sin necesitar de una definición previa que aplique a todos los conjuntos sino que lo hace definiendo las condiciones de pertenencia para cada conjunto.
De igual forma, Bryant propone la estrategia de estipular las diferencias no mediante una definición del concepto sino mediante identificar lo que es común en todas las diferencias. En esta línea sigue la idea de Alain Badiou, que ha demostrado que es posible trabajar sin un concepto y sin una definición axiomática de términos, pues para operar sobre los conceptos no es necesaria la identidad del concepto.
Junto con el Principio de Inhumanidad, este es otro de los principios que se derivan del Principio Óntico.
Para enunciarlo se basa en la declaración de Deleuze en Diferencia y Repetición:
//lo esencial de la univocidad no es que el Ser se diga en un único y mismo sentido, sino que se diga en un único sentido y mismo sentido **de** todas sus diferencias individuantes o modalidades intrínsecas. Es Ser es el mismo para todas esas modalidades pero esas modalidades no son las mismas. Es 'igual' para todas pero ellas mismas no son iguales.//((Gilles Deleuze, //Diferencia y Repetición//, Buenos Aires, Amorrortu, 2002, p. 72))
En este texto Deleuze está perfilando el escenario de surgimiento del Ser ya que el criterio mínimo para ser un ser consiste en marcar una diferencia. Si hay diferencia entonces el ser es. Esto implica que el ser no está dividido entre apariencia y realidad, lo que excluiría, según Bryant, las formas Platónicas, los múltiples de Badiou, lo virtual de Deleuze, la duración Bergsoniana, la voluntad de poder Nietzscheana, la materia de los materialistas, etc porque la cosa es tan sencilla como donde tenemos diferencias tenemos seres. No hay un conjunto de diferencias que sean 'de verdad' en contraste con otro grupo de diferencias que sean 'solo aparentes'.
De lo anterior se infiere que la propuesta de Bryant es una ontología realista. Pero, además, como indica Manuel Delanda en Intensive Science and Virtual Philosophy, es una ontología plana ”compuesta exclusivamente de individuos únicos, singulares, que difieren en una escala espacio-temporal pero no en su estatus ontológico“ a diferencia de las ontologías jerárquicas que se basan en relaciones entre tipos generales e instancias particulares repartidas en niveles que representan categorías ontológicas, tales como organismo, especie o género.
Sin embargo la propuesta de Bryant no se limita al mundo natural, como parece que se desprende del trabajo de DeLanda. Dado que, según el Principio Óntico, dondequiera que haya una diferencia existe un ser, se deduce de él que las señales, ficciones, ejércitos, corporaciones o naciones son también seres.
[ARJE] | ἀρχή | archí, Primer y fundamental principio del mundo. Asociado con “poder” indica la capacidad de la naturaleza de fijar con su legalidad el orden de las cosas. |
[POO] | ποωτον | pooton, Lo que procede de los principios en última instancia |
[OFN] | όΦεν | óFen, el de dónde en sí mismo, los principios |
[ES] | εστιν | estin, principios a partir de los cuales algo es |
[SER] | γίγνεται | gígnetai, principios a partir de los cuales algo llega a ser |
[CON] | γίγνώσχεται | gígnóschetai, principios a partir de los cuales algo es conocido |