2002, ediciones encuentro, Madrid
“No podemos explicitar el contenido de los conceptos de causa y efecto de manera estricta debido a que los hechos naturales no pueden ser tomados como hechos aislados. Es por ello que las palabras “causa” y “efecto” nunca aparecen en las leyes de la naturaleza. Con lo que contamos es con la interconexión de sucesos expresados por funciones matemáticas”.
“El producto de [la posición y la velocidad de una partícula] tiene un orden de magnitud de un cuanto de acción”,
“El efecto de una observación sobre lo observado no puede hacerse tan pequeño como deseemos, de forma que es imposible establecer una distinción definida entre el dispositivo experimental con que realizamos la observación y lo observado”
“es imposible afirmar que el estado de un sistema pueda quedar determinado por medio de mediciones. Ahora bien, como esta clase de determinación es un requisito previo para la aplicación estricta del principio de causalidad, hay que concluir que la ciencia moderna debe renunciar a la verdad incondicional de este principio, y conformarse con predicciones que sean probables. La ciencia, pues, no tiene un carácter determinista”