Tras indicar que no cree que haya una gran diferencia entre sus libros nuevos y los precedentes, indica Foucalt: “He intentado analizar cómo dominios como los de la locura, la sexualidad, la delincuencia, pueden entrar en un cierto juego de la verdad y, cómo, por otro lado, a través de esta inserción de la práctica humana, del comportamiento, en el juego de la verdad, el sujeto mismo se encuentra afectado. Ese era el problema de la historia de la locura, de la sexualidad”