Foucault estudia la razón de estado, 1979

Notas del editor

• (112) Importa destacar en esta entrevista la precisión que hace respecto a su forma de entender la subjetividad, diferente de otras concepciones naturalizantes, psicologistas y apolíticas. Igualmente destacable es la aclaración respecto al la relación de las instituciones con las ideas de poder y racionalidad, que aclara lo que para Foucault es la razón al relacionar la racionalidad con la violencia.

Ideas

• Cuando se le pregunta a Foucault por los movimientos como los de psicoterapia de grupo (EST) para ayudar al individuo a realizarse, Foucault disiente de esta forma de “subjetividad psicológica” y considera la subjetividad como un problema político, considerando peligroso separar la construcción de la subjetividad de los factores políticos y sociales, pues “somos prisioneros de ciertas concepciones de nosotros mismos y de nuestra conducta”.

• Resulta paradójico que a la vez que el Estado comenzaba a practicar sus mayores masacres comience a preocuparse por la salud física y mental de los individuos“
• “La masacre de las masas y el control individual son dos características profundas de todas las sociedades modernas”.
• “El problema al que me dedico es el de la racionalización de la gestión del individuo”, una racionalidad que “opera en las instituciones y en la conducta de las personas”.
• “Lo más peligrosos, en la violencia, es su racionalidad”. Vivir en un mundo de razón no haría desaparecer la violencia, pues “no hay incompatibilidad entre violencia y racionalidad”
• “No hay poder político sin dominación” aunque “nadie quiere ser mandado” lo que provoca que “las estructuras políticas son inestables” y por eso suceden las revoluciones.

• Insiste Foucault en describirse como alguien que pretende facilitar el cambio social tratando aquello que suele estar ajeno a la realidad de la gente y en indicar que ese objetivo lo separa de artistas y científicos.
• “Yo no soy un investigador en ciencias sociales”
• “Yo no soy un artista”
• “Yo no soy estrictamente un historiador, practico una especie de ficción histórica; en cierta manera sé muy bien que lo que digo no es verdad […] pero tiene efecto en la manera en la que la gente percibe la locura y por tanto una verdad en la realidad de hoy. Espero que la verdad de mis libros esté en el porvenir”
• “No soy un novelista”.