“Durante el siglo XIX comienzas a ver que la conducta sexual era importante para una definición del yo individual. Y eso es algo nuevo”
“No se pueden encontrar más de dos o tres referencias en toda la literatura greco-latina sobre la masturbación. No era relevante”. Foucault indica que la prohibición de la masturbación a los niños crea nuevas redes de relación, pues intensifica ansiedades (de los niños que se comunican sobre este tema) y de los placeres, especialmente el “placer de intervenir” de los padres en la vida de los hijos sobre este tema
“Creo que el placer es una conducta muy difícil” … “tengo siempre la sensación de que no siento el placer, el placer total, y, para mí, está relacionado con la muerte porque pienso que el placer real sería tan profundo, tan intenso, que no podría sobrevivir a él”.
Foucault admite que parte de su obra puede ser leída como una ética del comportamiento sexual, pero “sería una que no estaría dominada por el problema de la verdad profunda de la realidad de nuestra vida sexual. La relación que creo que necesitamos tener con nosotros mismos cuando tenemos sexo es una ética del placer, de la intensificación del placer”