Esta autoetnografía pretende recorrer una de las redes de significados que componen la cultura en mi casa y que tiene varias facetas: el amor por el estudio y los libros, el hecho de que tanto mi pareja como yo seamos hijos únicos, que nuestros padres sean muy mayores y estén enfermos, no tener hijos, y la expectativa sobre cómo será nuestra vejez. Se compone de varias escenas en las que el agua es el elemento común que me permite indagar en los hechos culturales que suceden en mi casa.
La estructura del trabajo está inspirada en la del libro “Diario de 360 grados” de Luis Goytisolo, que, en forma de diario cronológico asigna consistentemente a cada día de la semana la descripción de un aspecto de su vida. Yo agrupo la cronología de los ritos en tres epígrafes que indican la emoción o sentimiento que quiero tratar: amor, dolor y memoria.
La perspectiva que he escogido supone una oscilación entre la antropología simbólica y cognitiva, recogiendo las perspectivas que ambas aportan a la visión que más me interesa, la de la info-computación, que investiga la creatividad humana como una construcción sincronizada con el entorno: cómo convertimos objetos en símbolos cómo esa actividad nos constituye al mismo tiempo individual y socialmente.
Descergar Los gritos del agua. Una autoetnografía. en PDF