SIGLO XX
SIGLO XX
Son representativos de esta corriente Merleau-Ponty y Sartre. Desarrollaron estas ideas en el preiodo entre guerras reaccionando contra dos filosofías del s. XIX, el hegelianismo, que en su opinión disuelve al hombre en el Espíritu Absoluto, y el positivismo materialista que hace lo mismo pero en la realidad material.
Siguiendo a Husserl, rechazan el objetivismo y el cientifismo que cosifican al ser humano como un objeto más del mundo y apuestan, también en la línea de Husserl, por una búsqueda de esencias, aunque no esencias realistas (como serían las ideas de Platón) sino una esencia que se va haciendo en la existencia, considerando la existencia como primera realidad tanto en el plano teórico como en el práctico.
Lévinas: “Soy totalmente solo; así, pues, el ser en mí, el hecho de que existo, mi existir, es lo que constituye el elemento absolutamente intransitivo, algo sin intencionalidad ni relación. Todo se puede intercambiar entre los seres, salvo el existir”.
Según López-Saenz (2016), Lévinas representa “una fenomenología de la existencia que ha desembocado en la ética habiendo comenzado por la intuición” (194)
Pretende ir más allá de Bergson y su apelación a la intuición con la fenomenología, que “nos permite conocer mejor el mundo y a nosotros mismos sin convertirnos en objetos, por ello ve posible elaborar un proyecto ético con la fenomenología, que permite “llegar, a través de la experiencia, a la verdad del mundo que habitamos” (López Sáenz, 2016, 195)
Comienza interesado en la fenomenología alemana (Husserl y sus discípulos, especialmente Heidegger) y en su apelación a dirigirse a las cosas mismas. Sin embargo su estancia en campos de concentración alemanes de 1940 a 1945 determinará que su obra haga un giro ético a partir de 1951.
| el existente | |
|---|---|
| hipóstasis | |
| la trascendencia | |
| el tiempo | |
| la ética | |
| el cuerpo | |
| el reconocimiento | |
| la relación de alteridad | |
| la conciencia | |
| la responsabilidad | |
| el gozo/disfrute | |
| la muerte | |
| el sujeto |
Se distancia de Heidegger por entender que la exigencia ética es más esencial para el ser humano que la ontológica ya que esta es el espacio de soledad del ser mientras que aquella resulta de la inmediatez del otro, que obliga a la relación, como una llamada contínua.
Recogiendo la terminología heideggeriana respecto a la diferencia ontológica Lévinas plantea la diferencia ética que consiste en la no indiferencia con respecto al otro.
De Husserl critica que el camino al ser sea el del saber, es decir, le achaca una especie de intelectualismo o idealismo característico del pensamiento occidental. Reclama, por eso, una nueva fenomenología que supere a la fenomenología del aparecer/saber y que sea dirigida a la experiencia del Otro.
Este etapa está enmarcada por la aparición de dos de sus obras:
En esta etapa pasa de lo ético a lo teológico a partir de su último aó de docencia en la Sorbona. Presenta un Dios no metafísico, de hecho rechaza cualquier aproximación metafísica a la existencia ya que describe esta como una carga que aparece y que debemos asumir
Es una filosofía anti-dualista y plural. Intenta trascender todas las dicotomías en las que nos ha formado la tradición occidental: sujeto-objeto, oriente-occidente, alma-cuerpo, yo-otro, etc. La idea de fondo es dar cuenta de la riqueza de lo real, que no es simplemente dicotómico sino complejo. Para ello, MP constituye una filosofía relacional que tematiza el cruce entre culturas que compone nuestra experiencia pero sin jerarquizarlas.
La apertura a oriente lejos de ser simplemente una apertura a lo exótico en realidad nos ayuda a comprendernos a nosotros mismos como civilización occidental resultante de un cruce de culturas.
No hay una única filosofía sino filosofías y la verdad se busca en común y de forma interrogativa. Por ejemplo, interrogar al pasado desde el presente, o interrogar a otras culturas desde la nuestra. Entre filosofía y religión necesitaremos aprender a franquear el hiato para volver a encontrar nuestra propia unidad, a la que se accede recorriendo el rodeo de las otras culturas: cada filosofía es necesaria para las demás.
La Historia de la Filosofía (1956, “los filósofos célebres”) es para él tanto el conocimiento de los filósofos ortodoxos como de los críticos. Es necesaria la pluralidad de saberes. Toda filosofía es sincretismo porque toda filosofía es una búsqueda de sentido. Los saberes orientales, por ejemplo, serían propedéuticos de la filosofía griega, que es la que nos ha legado los conceptos sobre los que pensamos aunque también las dualidades que usamos para pensar. Hay que hacer filosofía con la no filosofía, es decir, con “la filosofía y su sombra”.
Discrepa de Hegel, quien afirmaba que la filosofía o es conceptual o no es. Todos los intentos humanos por conferir sentido a la existencia humana tienen cabida en la filosofía según la entiende MP. Entiende que lo que existe no se capta totalmente por el concepto, hay una riqueza que se le escapa al concepto.
Curiosamente el yo-individual en las sabidurías orientales está fundido (no confundido) con el yo-cósmico. Eso es rescatado por MP.
— http://www.rtve.es/alacarta/videos/uned/uned-1-16092016-merleau/3737375/