El objetivo principal de la moral filosófica de los antiguos era de orden estético. Ante todo este tipo de moral era solo un problema de elección personal. La razón que inducía a hacer esa elección era la voluntad de tener una vida bella y dejar a los otros el recuerdo de una bella existencia“. “Lo que más les preocupaba a los griegos era constituir una suerte de moral que fuera una estética de la existencia”
Falso mito de la moral cristiana:
Técnicas de sí del cristianismo basadas en el mecanismo de decir la verdad sobre sí:
“Desde el siglo XVI una nueva forma política de poder se ha estado desarrollando sin cesar. Esta nueva estructura política, como todo el mundo sabe, es el Estado. El Estado ignora a los individuos, esto es cierto, pero me gustaría señalar el hecho de que el poder del Estado es una forma de poder a la vez individualizante y totalizante. Nunca, creo, en la historia de las sociedades humanas ha habido una combinación tan compleja de técnicas de individualización y procedimientos de totalización en las mismas estructuras políticas. Esto se debe a que el Estado ha integrado un viejo poder técnico que se originó en instituciones cristianas, el poder pastoral […] que, no solo cuidaba de la comunidad como un todo sino de cada individuo en particular, pues su objetivo último era la salvación individual en otro mundo”.
“Las prácticas que vieron la luz en el siglo XVII son de naturaleza distinta de la represión existente ya desde la Antigüedad. Se constata una reestructuración de las tecnologías del yo en torno a la sexualidad”… “la sexualidad como dispositivo”
A partir del siglo XVIII en Europa las sociedades han sido disciplinadas no en el sentido de que se hayan vuelto más obedientes sino que “en ellas se ha buscado un ajuste cada vez mejor controlado -cada vez más racional y económico- entre las actividades productivas, las redes de comunicación y el juego de las relaciones de poder”.
Relación de violencia vs relación de poder:
La noción de parrêsía que, etimológicamente, significa decirlo todo ya existía en la filosofía grecorromana con una diferencia capital: que la parrêsía no es una obligación impuesta al discípulo, es una obligación, por el contrario, impuesta al maestro. En el cristianismo, por el contrario, el discípulo será aquel que tendrá que hablar. “La parrêsia es una acción, es tal en cuanto que actúa, que permite al discurso actuar directamente sobre las almas” … un discurso que “evita la verbosidad: 'si fuera posible me gustaría dejarte ver mis pensamientos más que traducirlos a lenguaje'”. “La parrêsia es siempre una operación de dos términos; es algo que se juega entre dos”.
“El espacio es fundamental en cualquier forma de vida comunal: el espacio es fundamental en cualquier ejercicio de poder”. La arquitectura se hizo política especialmente a finales del siglo XVIII pues hay “una reflexión sobre la arquitectura en tanto que función de los objetivos y de las técnicas de gobierno de las sociedades, sobre el orden de una sociedad”.