(296) El tema de esta conferencia es capital en el conjunto de los trabajos del último periodo de la obra foucaultiana, pues se nos muestra el nacimiento de nuestra racionalidad política nucleado en torno al concepto de gobierno.
Ahí es donde Foucault, en otros textos, verá el nacimiento del liberalismo y de la lógica característica de la biopolítica
Ideas
el yo individual y el yo colectivo
En contraste con una 'ontología formal de a verdad', que es la forma como la filosofía ha enfocado tradicionalmente las cuestiones de la verdad y el conocimiento, “la actividad filosófica concibió un nuevo polo caracterizado por la pregunta, permanente y perpetuamente renovada '¿qué somos hoy?'. Y ese es, a mi juicio, el campo de la reflexión histórica sobre nosotros mismos. Kant, Fichte, Hegel, Nietzsche, Max Weber, Husserl, Heidegger y la Escuela de Frankfurt intentaron responder a esa pregunta”. Foucault se inscribe en esa tradición aportando respuestas a esa pregunta a través de la historia del pensamiento, del análisis entre reflexiones y prácticas.1)
Campos investigados por Foucault
“¿Cómo constituimos directamente nuestra identidad mediante ciertas técnicas éticas de sí, que se desarrollaron desde la Antigüedad hasta nuestros días?”
Hay, también, otro campo que Foucault investiga, que es “el hecho de que, por conducto de alguna </wrap hi>tecnología política de los individuos</wrap>, nos viéramos en la necesidad de reconocernos en cuanto sociedad, elemento de una entidad social, parte de una nación o un Estado”.
el Estado y su racionalidad
A partir de la Revolución Francesa, “el cuidado de la vida individual se convierte en un deber para el Estado” y se da la paradoja de que al mismo tiempo que el Estado asume este cuidado individual de sus miembros, “culminan, o alcanzan su apogeo, inmensas matanzas colectivas” como la Segunda Guerra Mundial, época en la que “se ponen sobre el tapete los grandes programas de protección social, salud pública y asistencia médica”. Este contraste “es algo desconcertante y merece alguna ingadación”
“Somos seres pensantes” y esto implica que todas nuestras conductas las hacemos “en nombre de reglas de conducta universales, pero también en virtud de alguna racionalidad histórica muy precisa, una racionalidad que se desarrolló en los siglos XVII y XVIII a través de la idea general de razón de Estado junto con un conjunto muy específico de técnicas de gobierno”
“La razón de Estado se considera, ante todo, como un 'arte', es decir, como una técnica que se ajusta a ciertas reglas. Estas reglas no se refieren simplemente a las costumbres o las tradiciones sino también a cierto conocimiento racional. ¿De dónde toma su razón de ser ese arte de gobernar? […] El arte de gobernar es racional siempre que observe la naturaleza de lo que es gobernado; en otras palabras, del Estado mismo. Esto supone romper simultáneamente con dos tradiciones opuestas: la tradición cristiana (respetar todo un sistema de leyes naturales y divinas) y la teoría de Maquiavelo” sobre el vínculo entre príncipe y Estado“ […] “El propósito de este nuevo arte de gobernar es precisamente no reforzar el poder del príncipe. Se trata de consolidar el Estado mismo” pues “el Estado es por sí mismo un orden de las cosas”.
“El arte de gobernar característico de la razón de Estado está íntimamente ligado a la aparición de la aritmética política, la estadística, sin vínculo alguno con la probabilidad y asociada en cambio al conocimiento del Estado, de las fuerzas respectivas de los diferentes Estados”.
“El proyecto de reconstrucción del Imperio Romano se desvaneció para siempre. En lo sucesivo, la política debía ocuparse de una multiplicidad irreductible de Estados que lucharían y rivalizarían en una historia limitada” y no en una supuesta reunificación ideal de todos los reinos de la tierra.
“Como el Estado es su propia finalidad” … “está claro que los gobiernos no tienen que inquietarse por los individuos; o, mejor, solo tienen que preocuparse por ellos en la medida en que presenten algún interés en relación con ese fin” … “Desde el punto de vista del Estado, el individuo no existe sino en cuanto está en condiciones de aportar un cambio, por mínimo que sea, al poderío estatal, sea en un sentido positivo o negativo”.
Estado de policía
“Hubo, al menos en países como Alemania y Francia, donde por distintas razones el problema del Estado pasaba por ser fundamental, personas que reconocieron la necesidad de definir, describir y organizar en términos muy explícitos la nueva tecnología del poder, las nuevas técnicas que permitían integrar al individuo a la entidad social. Esas personas admitieron dicha necesidad y le dieron un nombre: police en francés y Polizei en alemán” … “Cuando se hablaba de 'policía' en esa época, se hablaba de las técnicas específicas que permitían a un gobierno, en el marco del Estado, gobernar al pueblo sin perder de vista la gran utilidad de los individuos para el mundo”.
A comienzos del siglo XVII, Louis Turquet de Mayerne propone la especialización del poder ejecutivo y de los poderes de la policía en cuatro consejos encargados de (1) lo positivo de la vida, la educación, con un registro de las habilidades de cada cual, (2) lo negativo, pobreza, desgracias sobrevenidas, salud pública, (3) mercancías y productos, para determinar qué producir y cómo hacerlo y (4) vigilancia del dominio, de los bienes privados y del territorio. “El interés de la policía es la coexistencia de los hombres en un territorio, sus relaciones de propiedad, cómo viven. En una palabra su vigilancia recae sobre un hombre vivo y productivo.
“El nuevo Estado de policía empieza a ocuparse de los individuos en función de su estatus jurídico, en cuanto a hombres que trabajan y comercian” en lugar de regular sujetos inmersos en relaciones jurídicas debidas al nacimiento, como sucedía con el régimen feudal.
“La felicidad de los hombres se convierte en un elemento del poderío del Estado”
“El Estado debe ocuparse no solo de hombres sino de la sociedad. Ese es en lo sucesivo el objeto de la policía. Fue entonces cuando la 'policía' se convirtió en una disciplina” que se enseña en universidades
derecho vs orden
“Es imposible conciliar derecho y orden porque, cuando nos afanamos en hacerlo, lo hacemos únicamente bajo la forma de una integración del derecho al orden del Estado.” … “El derecho, por definición, remite siempre a un sistema jurídico, mientras que el orden se relaciona con un sistema administrativo, un orden bien preciso de Estado, lo cual era justamente la idea de esos utopistas de los albores del siglo XVII y de los muy reales administradores del siglo XVIII.”